Como siempre que realizamos una rehabilitación, además de entender su entorno, tratamos de averiguar lo máximo posible de su historia.
En este caso se trataba de la vivienda de un sacerdote con una buena situación económica. De hecho, bajo la ventana de la planta alta la fachada tenía un orificio que permitía disparar hacia la puerta de entrada como medida de protección, decidimos mantenerlo como testimonio e historia viva.